martes, 3 de junio de 2014

¡Juguemos al Tafl!

   Hace unos días, tuve la fortuna de reencontrarme con un hermano de clan, de nombre Luis, que se encuentra viviendo en Noruega por motivos laborales, y que ha regresado a su tierra, Granada, aprovechando unas cortas vacaciones. Y me sorprendió con un maravilloso presente, algo que deseaba desde hace años: un juego de Hnefatafl. Me hizo tanta ilusión que en seguida se me ocurrió compartirlo con vosotr@s, y así, aquell@s que no sepáis de lo que hablo, conoceréis el juego de estrategia por excelencia de los pueblos escandinavos, un entretenimiento que no conocía de fronteras ni de clases sociales. Os presento el Hnefatafl, o "tablero del rey".
   Mi juego de Hnefatafl (a partir de ahora, me referiré al juego como Tafl) venía en esta preciosa caja (a la que le vamos a perdonar la errata que tiene en castellano, eso de "JUENGO VIKINGO"); el tablero viene en un trozo de lino, y las piezas son de hueso y de madera. Se trata de una reproducción de un juego de Tafl original de la Alta Edad Media. Este entretenimiento fue muy importante en toda Escandinavia, y ya se jugaba allá por el siglo V, según lo que ha podido documentarse. Al inicio de la expansión vikinga, el juego viajó con ellos, de modo que llegó a las islas británicas, Islandia, las Islas Feroe, y territorios tan orientales como Ucrania. Por desgracia, fue paulatinamente desplazado por el ajedrez conforme avanzaba la Edad Media y el pueblo escandinavo se cristianizaba. Debido a su enorme expansión, el juego sufrió numerosas variantes, dando lugar a toda una familia de juegos evolucionados del Tafl original.
   En la versión original del juego, el tablero consta de 11x11 casillas, o 13x13 en algunos lugares. En el mío, el tablero de de 11x11 casillas. 

   Se trata de un juego asimétrico, es decir, que uno de los bandos contiene más piezas que el otro. El objetivo del Tafl es simple: en el centro del tablero se sitúa el rey y su guardia real (las piezas blancas), que debe lograr llegar a una de las cuatro esquinas del tablero (casillas llamadas castillos): si lo logra, habrá ganado la partida; por tanto, el objetivo de las piezas negras (o atacantes) es atrapar al rey, bloqueándolo de modo que no pueda moverse.
   Los atacantes siempre comienzan. Todas las piezas se mueven como la torre en ajedrez: pueden desplazarse en sentido vertical u horizontal, nunca en diagonal; mueven tantas casillas como deseen, pero no pueden saltar piezas amigas ni enemigas. Tampoco pueden entrar en los cinco castillos (la casilla central y las cuatro esquinas del damero): eso es privilegio del rey; sin embargo, el castillo central puede atravesarse si no está ocupado.
   ¿Cómo se come? Para eliminar una pieza del tablero, debes colocar dos piezas propias en lados opuestos del objetivo, como si lo estuviesen flanqueando:
   En este caso, el guardia real de la parte inferior se ha desplazado una casilla, atrapando al primer atacante que amenazaba a su señor.
   Sin embargo, una pieza puede situarse entre dos piezas enemigas sin ser eliminada:
   En este caso, el atacante ha logrado colocarse en el hueco que la guardia había dejado, sirviendo como vanguardia del ataque.
   Hay situaciones en las que se pueden realizar eliminaciones múltiples. Atent@s a la siguiente imagen:
   Aquí podéis apreciar el ingenio del atacante central, que ha aprovechado la posición de sus compañeros para desbaratar la defensa derecha del rey, poniéndolo en una situación muy complicada...
   A pesar de no poder penetrar en los castillos (a excepción, claro está, de la pieza del rey), éstos pueden usarse para eliminar piezas, pues cuentan como piezas aliadas a efectos de flanquear una pieza enemiga. Lo veréis claro en la siguiente imagen:
   Como veis, el rey atraviesa el campo de batalla a la desesperada, aprovechando el castillo para ejecutar al solitario atacante, lo que le deja vía libre hasta su preciado castillo, a no ser que los atacantes puedan hacer algo para impedirlo...
   Recordad que el rey debe ser atrapado por los atacantes, de modo que no pueda realizar ningún movimiento, por ejemplo así:
   La guardia real ha cometido el error de dispersarse mientras dejaban atrás al rey, y ahora, bloqueado por los cuatro costados, sólo puede esperar entrar en Valhalla con dignidad...
   En fin, creo que eso es todo. Simple en cuanto a reglas, ya lo veis, pero un verdadero desafío para los amantes de la estrategia.
   En lo que respecta a las variantes del Tafl, las reglas son las mismas en esencia, aunque hay cambios muy interesantes. Os comentaré los que yo conozco:
-Hnefatafl: es el juego original. Era un signo de nobleza y educación saber jugar a Tafl.
-Tablut: la versión que se jugaba en Finlandia, en un tablero de 9x9 casillas.
-Fidchell: el Tafl irlandés. El tablero era de 7x7 casillas.
-Ard-Ri: jugado por los escoceses; el tablero era de 7x7 casillas, y su nombre significa "Gran Rey".
-Tawlbyund: la versión galesa. Su nombre significa "Tablero de tiro". Los atacantes disponían de dos modos de colocación, y solía jugarse con dados, que indicaban la distancia máxima que podía mover una pieza.
-Alea Evangelii: la versión más elaborada, perteneciente a los sajones, uno de los primeros pueblos germanos en convertirse al cristianismo. El tablero mide 19x19 casillas, y representa una batalla naval. El barco del rey y sus 24 defensores luchan contra 48 barcos atacantes. Las reglas se recopilaron y se enseñaban mediante una alegoría religiosa.
   Bueno, pues ya está. En el caso de mi clan, hemos jugado al Tafl en alguna celebración, y es una experiencia única. Os recomiendo jugar con luz tenue, y con un gran cuerno de cerveza a vuestro lado. Recordad que, para que la partida quede igualada, se deberían jugar dos partidas, intercambiando los roles (es decir, jugar una con el bando del rey, y otra como bando atacante). En caso de empate, contad las piezas comidas, y aquel que haya comido más, será el vencedor. Es una buena forma de concentrarse, sirve como actividad para romper el hielo, y a la vez, es una actividad que honra a nuestros ancestros, al retomar una forma de ocio tan ligada a nuestro pasado.
   Ah, ¡y no olvidéis que es una forma excelente de derrotar al bersérker de vuestro clan sin tener que sangrar! Otro asunto será cómo se tome su derrota, así que mucho cuidado...
   ¡Hasta el próximo post!

No hay comentarios:

Publicar un comentario