viernes, 8 de mayo de 2015

EL CLAN HÁVAMÁL EN GRANADA: el recreacionismo educativo y emocionante

     Llevo ya un tiempo sin publicar nada por aquí, y es que últimamente tengo una agenda bastante apretada. Sin embargo, llevaba unos días madurando la idea de compartir con vosotros unas cuantas imágenes que, a buen seguro, os gustarán. 
     Os pondré en situación. Hace menos de un mes, concretamente los días 16, 17 y 18 de abril, tuvo lugar en la hermosa ciudad de Granada la celebración de las II Jornadas de Cultura Vikinga, organizadas por la Universidad de Granada. El año pasado generaron bastante expectación entre los aficionados al tema, y aunque no pude asistir por motivos laborales, supe por los asistentes al evento que mereció la pena de sobra. Como es obvio, me prometí asistir este año. Sin embargo, nuevamente el trabajo y sus complicados horarios me impidieron asistir a las conferencias de los días 16 y 17, jueves y viernes respectivamente: en ellas se trataron diversos temas sobre el mundo vikingo, desde su espiritualidad hasta su cristianización, pasando por sus relaciones comerciales y culturales con otros pueblos o el estudio de los pueblos "pre-vikingos", como los hérulos. Hubo debates, presentaciones y firmas de libros, y varias actividades más. Como ya he contado, me fue imposible ir, aunque, gracias a los dioses, este año el último día resultó ser sábado, y pude asistir, junto a varios miembros de mi clan. Y entre las actividades programadas para ese día, se encontraba una que me interesaba sobremanera: la exhibición recreacionista a cargo del Clan Hávamál, un soberbio grupo recreacionista llegado de tierras catalanas. Si tuviese que definirlos con una palabra, ésta sería, sin duda, simpatía. Haciendo un derroche de buen humor, frescura y cercanía, aunque sin olvidar el rigor histórico ni la seriedad, convirtieron en ameno lo que podía haberse convertido en una pesada exhibición de vestuario y armamento. En fin, supongo que una de las ventajas que tienen los smartphones es que te permiten ir a cualquier sitio con una cámara de fotos medianamente decente, y en este caso concreto, considero que se justifica el aforismo que reza: "una imagen vale más que mil palabras". Así que ahí os dejo unas cuantas, captadas con mi teléfono por Sofía, a quien le agradezco el interés y el buen tino para captar estas bellas instantáneas. Disfrutadlas.






Aquí se observa la escenificación que habían preparado




El público, embelesado, no perdía detalle de las explicaciones


Selección de diversos modelos de cascos escandinavos


Os garantizo que ponerse un gambesón acolchado a mediados de abril en Granada es algo digno de admirar...


Un trono para el Jarl


Exposición de varias armas, y al fondo un hermoso escudo


Otros modelos de escudo (nótese que estos dos han sido ya usados en alguna ocasión...)



Preparándose para la demostración práctica


Al fondo se observa la hermosa tienda de campaña, inspirada en la del barco funerario de Oseberg


Ejemplo de indumentaria femenina de clase alta: obsérvese la profusión de collares y abalorios de ámbar


...Y comienza la demostración


Explicando la técnica del muro de escudos


Algún valiente intentó atravesarlo. Como digo, lo intentó,...


Demostraciones de posiciones de combate



Uso de la lanza en el muro de escudos


Combate por parejas


Ejemplo del uso del hacha danesa


Y, tras la teoría, ¡empiezan los mamporros!


Usando el estilo de combate "del Oeste", pueden luchar sin casco, pues es relativamente seguro


Demostraron sobradamente su veteranía


Otro hermoso lance



Espada y escudo contra hacha danesa


Al rato, decidieron ponerse yelmo para pasar a un estilo de lucha más realista




El conjunto de vestimenta y armamento lucía realmente espectacular



Con este estilo, el combate ganó intensidad y dureza. Una verdadera delicia


     Pues ahí las tenéis. Las fotografías no hacen justicia a la demostración que allí se vivió, os lo puedo garantizar. Pero quería compartirlas, porque pienso que iniciativas como ésta merecen ser publicitadas y apoyadas, porque semejante labor de difusión es encomiable, y aunque supongo que la organización debe ser todo un reto, el buen sabor de boca que deja bien merece el esfuerzo. Mis más sinceras felicitaciones a los organizadores de las Jornadas. Además, sirva este artículo como un pequeño homenaje al estupendo trabajo y buen hacer del Clan Hávamál: sois una inspiración para todos los que soñamos con formar un grupo recreacionista. Seguid así, guerreros.
     Y hasta aquí llegamos hoy, terminando con una recomendación: no os perdáis mi próximo artículo, que publicaré sin duda a principios de junio, y que recogerá una conferencia a la que asistiré. No voy a desvelar más.
     ¡Os veo en el próximo artículo!