Voy a proseguir desarrollando el
concepto de algunos elementos útiles a la hora de forjar un clan/comunidad
odinista, y hoy deseo centrarme en este término: Recreación. ¿Qué
significa, por qué nos importa, cómo puede aplicarse al día a día?
Al mencionar el término
“recreación”, los más veteranos en el mundo del paganismo nórdico habrán
evocado en sus mentes, de forma inmediata, un muro de escudos formado por
varios valientes, ataviados con cota de mallas, sudando bajo un sol de justicia
en la feria medieval de algún pueblo. Efectivamente, los amantes del
recreacionismo alto medieval (entre los que me cuento) desarrollan una labor divulgativa
encomiable y muy necesaria, y con su esfuerzo y dedicación, la mayor parte de
las veces completamente desinteresado, ayudan a mostrar, de forma gráfica y más
que amena, el modo de vida, la música, el entretenimiento y las técnicas de
combate de nuestros ancestros. Pero al hablar de recreación, pretendo
aplicar el concepto del “recreacionismo” a nuestra vida cotidiana. Y es que
también nosotros podemos recrear en muchos casos, o directamente crear en
otros, tradiciones germánicas paganas.
La recreación es la base de las
tradiciones, y éstas tienen un
incalculable valor para cualquier comunidad pagana, al tratarse de excelentes
vehículos de colaboración interpersonal, y generadoras de vínculos y
sentimientos de camaradería y armonía. Por ello, considero la recreación
tradicional un elemento básico a la hora de afianzar una hermandad.
Tal vez, esta recreación se inicie
en nuestra casa, decidiendo hornear nuestro propio pan o preparar hidromiel
casera. O, tal vez, en un sentido más amplio de comunidad externa al clan,
participar en las festividades locales que tengan un eminente carácter pagano
(y estoy seguro de que tod@s podríais darme más
de un ejemplo de este tipo de festejos). Hay, pues, que infundir estas
tradiciones en nuestra vida diaria y en la de los nuestros.
En el seno del clan, esta idea no
debería faltar. Por ejemplo, considero afortunado al clan que disponga de un
escaldo, que se preocupe de guardar y fomentar la tradición oral, recitando en
las reuniones algún poema, o escenificando para sus hermanos el pasaje de una
saga, o planteando a los más jóvenes algún acertijo que ponga a prueba sus
mentes, o embelesándolos con alguna leyenda local. Creo que sería preferible
que un par de miembros de la hermandad representase un pasaje de Beowulf con
un fondo musical de Wardruna ante un auditorio de niños durante Yule, que
sentar a los jóvenes frente a la caja tonta mientras sus mayores se dedican a
beber. ¿A alguien se le ha ocurrido hacer un teatro de marionetas de calcetines
representando el Skírnirsmál durante las celebraciones de la primavera?
Indudablemente esto no se hacía en la Suecia del siglo V, pero ahí reside la
magia de este término: que puede ser “recreación”, o puede ser “RE-CREACIÓN”,
es decir, crear algo basándonos en lo que conocemos y en los medios de los que
dispongamos, con la intencionalidad adecuada. Y sería tan sencillo como, si
este teatro de marionetas tuviese éxito, repetirlo anualmente para haber creado
una tradición. Puede que los puristas estén clamando por mi cabeza, llegados a
este punto, pero mi personal visión del odinismo hace que procure fundir mi
vida diaria y actual, como currante de clase media-baja en la España del siglo
XXI, con mi faceta de Godhi ásatrúar, puesto que no debería haber división,
como no la hubo nunca en nuestra cultura hasta la llegada de las religiones
abrahámicas.
Y lo cierto es que estas
tradiciones nos unen. Ponedlo en práctica y me daréis la razón. Sorprended a
vuestros hermanos de clan con una hornada de galletas en la próxima celebración
o reunión. Honrad a los miembros de ese clan que os visita con una intrincada
danza de espadas. En cuanto iniciéis la vía tradicional, sentiréis cómo se
fortalecen esos lazos entre individuos, o entre familias, o entre clanes o
comunidades. Y tendréis, os lo garantizo, toneladas de recuerdos maravillosos
que ayudarán a cimentar y fomentar la convivencia dentro de vuestra comunidad.
¿Os he dado alguna idea para
ponerla en práctica? ¡Maravilloso! ¿Tenéis alguna que queráis compartir, o
vuestro clan ha creado alguna tradición de la que estéis particularmente
orgullosos? Será un verdadero placer leerlas: estoy ansioso por hacerlo.
¡Nos vemos en el próximo blog!
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