Ayer por la tarde regresé a casa tras pasar un estupendo fin de semana en compañía del clan y de algunos amigos, para celebrar una de las dos fiestas grandes del odinismo mundial: Midsummarsblót, el solsticio de verano, el día en que conmemoramos la muerte de Balder, preparándonos para la mitad oscura del año, que durará hasta Yule, el solsticio de invierno, cuando Balder el Brillante vuelve a renacer.
Lo cierto es que la celebración salió redonda, a mi parecer: desde el alojamiento a la ceremonia, todo fue un espléndido ejemplo de lo que puede lograrse con disciplina, coordinación y mucha, mucha ilusión. Es el segundo año que lo celebramos desde la refundación del Clan Fauces de Tormenta, y en ambas ocasiones escogimos las hermosas playas de Almería como marco incomparable de nuestra profesión de fe.
Antes de continuar con el relato, desearía dar las gracias de forma muy especial a Mercedes Porcel, hermana de nuestra völva y una gran amiga, que nos acompañó, compartiendo como una más esta experiencia y aportando su simpatía, belleza y paciencia. De todo corazón, en el nombre del clan y en el mío propio, muchísimas gracias, Mercedes.
Y sin más demora, paso a mostrar algunas de las escenas retratadas. Pienso que son muy ilustrativas a la hora de compartir con vosotr@s nuestra propia visión de esta festividad.
En esta instantánea se observa la vivienda que alquilamos para pernoctar, a la hora de la sobremesa. Pero la he subido porque refleja a la perfección algo básico en cualquier festejo: la camaradería, la hermandad, la ilusión que reflejan los rostros de tod@s nosotr@s. Es un honor poder llamar herman@s a todas estas personas (y a los que, por diversos motivos, este año no pudieron asistir, y que nos acompañaron en espíritu indudablemente).
Aquí tenéis el tafl que me regaló nuestro hermano Luis, del que ya os hablé en un post anterior, y en el que explicaba que en el clan teníamos la costumbre de jugar al tafl en nuestras reuniones. Recordad que la convivencia en estas jornadas es decisiva: ayuda a reforzar los lazos de hermandad, nos abre a quienes están con nosotros y con quienes tenemos unos juramentos de lealtad y hermandad. Para mantener la fuerza y la unidad del clan, siempre es sano realizar comidas comunitarias, debates y conversaciones, y, cómo no, unas partidas de hnefatafl son un modo excelente de participar en una actividad competitiva y tradicional mientras se hace la digestión.
Con esta imagen nos adentramos de lleno en la ceremonia propiamente dicha. Aquí puede verse un primer plano del altar. Preparé un círculo en la arena de la playa delimitado con antorchas, y al norte del mismo situé el altar del modo que se observa. Ya veis que no soy amigo de ostentaciones, por lo que el altar quedó bastante sobrio y funcional, desde mi punto de vista. En la parte superior coloqué tres velas, que bendije hace tiempo y que me acompañan en todos los rituales que oficio fuera de casa. En el centro podéis ver el cuerno de ofrendas; a su derecha está mi Martillo, con el que consagro las zonas donde voy a dirigir cualquier ceremonia, y a la izquierda del cuerno está el Hlautbóli, el cuenco de madera dispuesto para recibir las ofrendas del cuerno: en la fotografía ya contiene cerveza, que fue ofrendada previamente a los espíritus que moran en esa parte de la playa (denominados Landvaettir), para buscar su aprobación y colaboración en la ceremonia.
Otro ángulo de la zona de celebración, donde se puede apreciar el altar y las antorchas, ya encendidas, que delimitaban el círculo consagrado, instantes antes del inicio de la ceremonia.El fuego es un elemento muy importante en nuestra fe, como ya sabréis. En el centro del círculo, en un agujero en la arena, también hice una pequeña fogata, que no se aprecia en la imagen.
Aquí aparecemos Virginia, la völva de nuestro clan, y yo mismo, al inicio del ritual. Es una imagen muy ilustrativa, puesto que puede apreciarse en el rostro de ambos la concentración que se requiere para dirigir cualquier ceremonia (y, por supuesto, para participar en ella). Los papeles que sostengo en mis manos contienen el guión del rito: no temáis leer durante las celebraciones, sobre todo si son largas, como lo fue ésta. Si tenéis tiempo y capacidad, aprended de memoria el texto, pero si no podéis, no tengáis reparo en llevar un cuaderno o unos folios. Es muy importante seguir una estructura y un orden determinado, y más aún transmitir lo que deseáis en cada celebración. Procurad eliminar la improvisación, en la medida de vuestras posibilidades.
Aquí observamos una instantánea del momento en que Virginia y yo consagramos el círculo al dios Balder. Ella sostiene ante sí el Martillo, mientras yo recito una invocación. Observaréis que tiene el Martillo asido por una arandela metálica: se debe a que la madera de la herramienta sólo puedo tocarla yo. En caso de que fuese yo quien tuviese que alzarlo, lo haría por su mango. Por cierto, aquí sí que puede verse la pequeña fogata central.
Aquí observamos el momento en que la völva y yo cargamos la ofrenda con energía espiritual, dibujando en el aire sobre ella, con nuestros dedos, las runas Ansuz, Laguz y Fehu. Tras ésto, lo compartimos con el clan y con el propio Balder.
En esta fotografía vemos cómo estoy ungiendo a nuestra nueva y flamante hermana, Sofía, con la ofrenda a Balder, mediante la imposición de la runa Sowilo en su frente. Lo haría de igual modo con todos los presentes.
...Y, naturalmente, a mí me lo hizo Virginia, que en esta celebración no actuó como völva, sino como gydja, como asistente del gódi.
Tras la ceremonia propiamente dicha, y antes de comenzar la celebración festiva, tenemos la costumbre de realizar un exvoto, con la forma de un langskipp vikingo, y que representa la pira funeraria de Balder el Brillante. En esta ocasión, fue nuestro mañoso hermano Erik el creador del exvoto. en su interior, algunos hermanos había escrito unas notas con mensajes para los dioses. Como es obvio, tras botarlo, procedimos a su cremación, en un ambiente de seriedad, velada tristeza y orgullo, como corresponde a semejante ocasión.
Aquí se aprecia el momento en que Erik, con una antorcha, prende la cubierta del barco, incendiándose casi de inmediato la vela. Un hermoso colofón a esta fiesta tan especial.
Pues ahí lo tenéis. Así fue como celebramos Midsummarsblót. Espero que os haya gustado este reportaje gráfico, y que os haya dado ideas sobre cómo podéis celebrarlo vosotr@s también. No es preciso decir que me encantaría recibir sugerencias sobre cómo mejorar esta celebración, o comentarios sobré cómo lo celebran los distinguidos visitantes de este humilde blog. Venga, ánimo.
¡Nos vemos en el próximo post!
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