No hace mucho, comentábamos este asunto Ernesto García, presidente de la Comunidad Odinista de España, Virginia, völva de mi clan, y yo mismo. Y es que el tema no es baladí. Pero ¿cómo practicaban su fe diaria nuestros antepasados? Una pregunta compleja, debido a la escasa documentación que se conserva al respecto. La conclusión (lógica, por otro lado) es que el odinismo del siglo XXI tiene la responsabilidad de reconstruir los aspectos formales de la devoción diaria. De hecho, es algo que ya se lleva haciendo desde hace muchos años. Sin embargo, he descubierto que hay mucha gente que, por sus circunstancias personales, deben practicar su fe a solas, y en ciertos aspectos pueden sentirse un tanto perdidos. Por esto, escribo este post, con la esperanza de que sirva de ayuda a quien la necesite.
Pero tal vez habría que aclarar algunas cosas antes de meterse a fondo en el asunto. Por ejemplo: ¿qué necesidad existe de estructurar oraciones y rituales? A fin de cuentas, podemos dirigirnos a nuestros dioses con la familiaridad que merecen... Este pensamiento, aunque inocente y carente de maldad, no es del todo acertado. Efectivamente, nuestros dioses y diosas nos conceden una más que patente familiaridad, pero también merecen (y hasta cierto punto, demandan) un respeto y un mínimo de atención. Quiero decir con esto que dirigirnos a ellos de manera casual e informal no ayuda al objetivo que pretendemos con dicha oración. ¿Por qué? Porque, como la Historia ha demostrado, el ser humano siempre ha necesitado un marco para poder canalizar sus energías, y por ello siempre se han celebrado fiestas y ceremonias, y no solamente en el ámbito religioso, sino el lo militar, lo académico, lo familiar,... Mediante el ritual o la ceremonia, predisponemos nuestra mente a la comunicación con los dioses. Condensamos nuestra dispersa energía y la focalizamos en un objetivo concreto, logrando un estado mental propicio y unos mejores resultados. Y la pregunta más importante: ¿cómo lo hacemos, cómo podemos saber que lo que intentamos hacer es correcto o incorrecto? Es tan sencillo como usar el sentido común y la lógica. En el día a día no tenemos mucho tiempo, por lo que los momentos empleados en orar no deberían ser muy prolongados ni tampoco excesivamente ostentosos: trataremos de hacer de la simplicidad una virtud. Pocos artificios y un mensaje claro, buscando siempre el positivismo.
Dicho esto, expongo a continuación unos ejemplos, que no pretenden sentar cátedra ni mucho menos: tan solo son ejemplos para explicar de manera práctica lo anteriormente comentado.
EL SALUDO A SUNNA
Se trata de una oración matinal.
Se recita al despertar. Una vez nos incorporamos de la cama, pondremos el
cuerpo mirando al este, hacia el sol naciente. Personalmente, el autor prefiere
realizarlo frente a su altar doméstico, para lograr un estado mental adecuado,
aunque como ya se ha expuesto con anterioridad, esto depende de la persona y de
sus capacidades y posibilidades. Si se desea, puede recitarse con una posición
corporal determinada: la espalda recta, ambas piernas unidas, y levantando los
brazos sobre el cuerpo en forma de “V”, formando con nuestro cuerpo la runa
ALGIZ (también llamada ELHAZ), un símbolo tradicional de protección (nótese
que, además, es una postura natural al despertarse, ya que, cuando nos
desperezamos, adoptamos inconscientemente esta postura). La oración que sigue
ha sido extraída y adaptada del Sigrdrífumál:
“Salve al día, salve a los hijos del día,
Salve a la noche y a sus hijas.
Contempladme con bondad,
Y conceded a quien os lo pide
Vuestras bendiciones y poder.
¡Salve a los dioses, salve a las diosas,
Salve a la generosa tierra!
Concédeme sabiduría y conocimiento
Mientras permanezca aquí
Con tu bondadosa caricia.
¡HAIL, SUNNA!”
ABLUCIÓN
Se trata de la santificación del
primer aseo diario. Su objetivo es eliminar cualquier energía negativa residual
del pasado día y de la pasada noche. Es imprescindible realizarlo con agua
limpia, a ser posible fría, y se debería mojar al menos la cara y ambas manos. Mientras
se hace, se recita lo siguiente:
“Por la sangre sacrificada de Ymir, elimino
cualquier mal deseo, mal pensamiento y mala suerte, tanto de mi cuerpo como de
mi espíritu.”
IMPOSICIÓN DE MJÖLNIR
Se ha convertido en una
costumbre moderna entre odinistas llevar un colgante con el Mjölnir como
símbolo de nuestra fe y como amuleto de protección y de invocación del poder de
Thor. Muchas personas lo depositan en su altar durante las horas de sueño, tanto
para evitar un accidente por asfixia como para mantener el símbolo con el
respeto que se requiere ante un objeto sagrado. Si éste fuera el caso, cuando
nos lo volvamos a poner alrededor del cuello, se recitará la siguiente
invocación:
“Por el poder del Mjölnir, poderoso
Asa-Thor, guárdame del mal.”
En cualquier caso, si no fuese
el caso (es decir, que el Mjölnir estuviese permanentemente en el cuello de la
persona), la oración puede recitarse mientras se toca el objeto con la mano
diestra –o la siniestra, en el caso de los zurdos-, en el momento del día en
que se precise.
MEDITACIÓN/CONCENTRACIÓN
Antes de acabar el día, siempre
es conveniente dedicar unos minutos de nuestro tiempo a eliminar estrés de
nuestra mente, y a conectar de forma más íntima con la divinidad. La actividad
a desempeñar no tiene por qué ser siempre la misma, y no hay un patrón definido
para su realización, pues se trata de algo muy subjetivo que depende por
completo de la persona que quiera ponerla en práctica. Puede ser algo tan
sencillo como la lectura en silencio de un fragmento del Hávamál, o algo tan elaborado como una sesión de meditación rúnica
con acompañamiento musical adecuado. Puede durar unos minutos, mientras nos
concentramos, por ejemplo, en el aspecto de un dios o diosa concretos, o durar
horas mientras practicamos movimientos con la espada y el escudo. Sea cual sea
la actividad elegida, se debe tener claro el motivo por el que la vamos a
realizar, y procurar un período previo de concentración, el tiempo suficiente
para eliminar de nuestra mente distracciones y condensar toda nuestra atención
en un solo punto. Los beneficios derivados de esta práctica son tangibles a
corto plazo y muy recomendables.
Aparte de todo esto, podemos personalizar las oraciones diarias recordando al dios o diosa que ese día se recuerde.Para aquell@s que no lo sepáis, os adjunto a continuación el listado de días de la semana y sus dioses relacionados:
DOMINGO: día de Sunna.
LUNES: día de Máni.
MARTES: día de Tyr.
MIÉRCOLES: día de Odín.
JUEVES: día de Thor.
VIERNES: día de Freya/Frigg
SÁBADO: para los nórdicos, era día de colada y baño y no estaba dedicada a un dios o diosa concretos, así que empleadlo como gustéis,...
También se debería observar, en la medida de las posibilidades de cada individuo, los diferentes hitos diarios, tales como el almuerzo, la hora de acostarse, y situaciones similares. Se trata de algo muy personal, así que veo inútil crear una rutina estandarizada.
Bien, espero haber iluminado algunas sombras. Sobra decir que me hallo a vuestra disposición para comentar cualquier duda que os haya surgido, o para discutir cualquier aspecto con el que discrepéis. El debate ayuda al Odinismo, no lo olvidéis.
¡Nos vemos en el próximo post!
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