lunes, 30 de junio de 2014

REFORZANDO NUESTRA CULTURA, CAPÍTULO 1: Los ancestros importan

Con este artículo, inauguro una serie de posts en los que deseo tratar varios elementos que pueden ser de utilidad en la creación de un clan/comunidad odinista. ¿Por qué enfatizar algo como la creación de una estructura social jerarquizada? ¿Es acaso necesario para practicar nuestra fe? Voy a tratar de resumir mi punto de vista a este respecto, antes de entrar en materia con el artículo propiamente dicho.
Es un hecho la proliferación por toda la geografía peninsular de varias hermandades odinistas, a las que comúnmente nos referimos como clanes (o kindreds, para aquellos que se sienten más cómodos con la nomenclatura anglosajona). Por lo general, se trata de comunidades de individuos más o menos cercanos a nivel territorial, que se reúnen para celebrar las distintas festividades anuales, o para realizar en comunidad ritos de paso, o blóts en honor de algún dios o diosa, o de algún ancestro. Es algo hermoso el hecho de que, de manera tan espontánea, estas comunidades hayan venido apareciendo a lo largo y ancho de nuestra vieja piel de toro, en la mayoría de los casos sin tener contacto con las que surgen a su alrededor. Sin duda, es un buen síntoma, amén de constatar el buen trabajo que nuestros mayores han venido haciendo desde hace varias décadas en la difusión y estudio de nuestra fe.
Sin embargo, la anterior definición de lo que es un clan se nos queda bastante corta, pues apenas explora la superficie de lo que realmente implica pertenecer a uno. La principal tarea de un clan no es sino el redescubrimiento de nuestra cultura tradicional. No deseo entrar en discusión al respecto de lo que vamos a denominar “cultura”, puesto que ni soy sociólogo, ni antropólogo, y mis conocimientos en la materia son más que exiguos. Sin embargo, voy a tratar de definir este término con ayuda de algunos autores que han estudiado el fenómeno desde una perspectiva pagana, como es el caso del Dr. Edred Thorson. El doctor Thorson entiende la cultura de un pueblo como la interacción entre diversos elementos, como son el elemento étnico (la unión de individuos con determinadas características físicas en familias, clanes y pueblos), el elemento ético (los mitos, folklore y la historia común que comparte un núcleo social determinado), el lingüístico (el vehículo por el que se transmiten ideas y conceptos) y el material (arte, herramientas y creaciones físicas de un grupo humano concreto). Los cuatro elementos se entretejen, dando como resultado eso que llamamos “cultura”. Yendo más lejos, antropólogos de la talla de Kroeber o Leslie White aventuraron que la “cultura” era una especie de ente superorgánico, teoría muy cercana a la del Alma-Pueblo que es eminentemente Ásatrú. Fortalecer cualquier elemento de una cultura, forzosamente fortalece al conjunto. Y, del mismo modo, el debilitamiento de uno de sus elementos afecta de modo negativo a la cultura en cuestión.
Es, pues, prioritario para el odinista, reforzar su propia cultura, amenazada hoy día por una suerte de “anti-cultura”, una corriente que trata de homogeneizarnos, aborregarnos y dividirnos sin otro baremo que el capitalismo más feroz. Y es ahí donde el clan se hace indispensable, donde cobra protagonismo y se hace fuerte. Un lobo solitario es indudablemente un lobo, pero en manada es parte de un todo, al que pertenece y que lo cobija, le ofrece sustento y consuelo. Hay que luchar, pues, por redescubrir y reforzar nuestra cultura tradicional, utilizando la figura del clan como puntal para progresar en nuestra senda de conocimiento.
Bueno, pues tras esta introducción, paso a explicar el primero de una serie de puntos que, sin seguir un orden concreto, tratan de ayudaros en la “reintegración” de nuestra cultura ancestral: los ancestros (valga la redundancia).
Hace poco, leí (no recuerdo dónde) una encendida defensa que un odinista hacía sobre el culto a los ancestros. Y es que, en ocasiones, pudiera suceder que no los tuviésemos suficientemente presentes en nuestras celebraciones. Es importante concederles la preeminencia que merecen.
Cuando, por ejemplo, leemos una saga nórdica, estamos aprendiendo sobre la importancia del linaje y los ancestros. ¿Por qué? Normalmente, el héroe de la saga suele venir precedido por una enumeración de su linaje, y se hace así para que puedan observarse los elementos comunes al citado linaje, tales como ciertos comportamientos ante la vida, o ese temperamento o “presencia” que discurre a lo largo de toda la saga. ¿Qué nos demuestra ésto? Pues el origen y la repercusión de un determinado Örlog, ese estrato primordial del que todos partimos y del que surge la base de todas nuestras decisiones (hablaré más extensamente sobre el concepto del Örlog en sucesivos artículos, lo prometo).
Además, conocer los ancestros y nuestro linaje nos da un lugar en la Historia, una identidad, una sensación de pertenencia. Hoy día, la investigación del linaje es algo bastante farragoso y turbio, por desgracia. Sin embargo, podemos afrontarlo como una aventura de autodescubrimiento. Tenemos la obligación de preguntarnos quiénes eran, dónde y cómo vivieron, por qué hicieron lo que hicieron. No podemos olvidar la importancia de semejante tarea, puesto que, en algún momento, a la mayoría les llega la paternidad/maternidad, y con ella una serie de responsabilidades que tienen que ver con la herencia cultural. Los beneficios recibidos de esta enseñanza aparecerán en l@s niñ@s en forma de autoconfianza, y en sentimientos de identidad y pertenencia, que, combinados con una serie de valores inculcados por sus progenitores, tales como la tolerancia y el respeto, repercutirán en sus vidas de manera muy positiva, al tiempo que reforzarán a su clan.
Así que, para concluir, os recomiendo que visitéis un museo de historia, una excavación arqueológica o una biblioteca pública; os aconsejo leer sagas y gestas, y os pido que os enorgullezcáis de vuestros antepasados, sea cual sea su historia personal, porque, gracias a ellos, estáis vosotr@s hoy aquí. Tenedlo presente cada día de vuestras vidas.

Pues bien, aquí os he dejado -creo- algunas cosas en las que pensar. ¡Nos vemos en el próximo post!

lunes, 23 de junio de 2014

Midsummarsblót 2014

   Ayer por la tarde regresé a casa tras pasar un estupendo fin de semana en compañía del clan y de algunos amigos, para celebrar una de las dos fiestas grandes del odinismo mundial: Midsummarsblót, el solsticio de verano, el día en que conmemoramos la muerte de Balder, preparándonos para la mitad oscura del año, que durará hasta Yule, el solsticio de invierno, cuando Balder el Brillante vuelve a renacer. 
   Lo cierto es que la celebración salió redonda, a mi parecer: desde el alojamiento a la ceremonia, todo fue un espléndido ejemplo de lo que puede lograrse con disciplina, coordinación y mucha, mucha ilusión. Es el segundo año que lo celebramos desde la refundación del Clan Fauces de Tormenta, y en ambas ocasiones escogimos las hermosas playas de Almería como marco incomparable de nuestra profesión de fe.
   Antes de continuar con el relato, desearía dar las gracias de forma muy especial a Mercedes Porcel, hermana de nuestra völva y una gran amiga, que nos acompañó, compartiendo como una más esta experiencia y aportando su simpatía, belleza y paciencia. De todo corazón, en el nombre del clan y en el mío propio, muchísimas gracias, Mercedes.
   Y sin más demora, paso a mostrar algunas de las escenas retratadas. Pienso que son muy ilustrativas a la hora de compartir con vosotr@s nuestra propia visión de esta festividad. 

   En esta instantánea se observa la vivienda que alquilamos para pernoctar, a la hora de la sobremesa. Pero la he subido porque refleja a la perfección algo básico en cualquier festejo: la camaradería, la hermandad, la ilusión que reflejan los rostros de tod@s nosotr@s. Es un honor poder llamar herman@s a todas estas personas (y a los que, por diversos motivos, este año no pudieron asistir, y que nos acompañaron en espíritu indudablemente). 

   Aquí tenéis el tafl que me regaló nuestro hermano Luis, del que ya os hablé en un post anterior, y en el que explicaba que en el clan teníamos la costumbre de jugar al tafl en nuestras reuniones. Recordad que la convivencia en estas jornadas es decisiva: ayuda a reforzar los lazos de hermandad, nos abre a quienes están con nosotros y con quienes tenemos unos juramentos de lealtad y hermandad. Para mantener la fuerza y la unidad del clan, siempre es sano realizar comidas comunitarias, debates y conversaciones, y, cómo no, unas partidas de hnefatafl son un modo excelente de participar en una actividad competitiva y tradicional mientras se hace la digestión.

   Con esta imagen nos adentramos de lleno en la ceremonia propiamente dicha. Aquí puede verse un primer plano del altar. Preparé un círculo en la arena de la playa delimitado con antorchas, y al norte del mismo situé el altar del modo que se observa. Ya veis que no soy amigo de ostentaciones, por lo que el altar quedó bastante sobrio y funcional, desde mi punto de vista. En la parte superior coloqué tres velas, que bendije hace tiempo y que me acompañan en todos los rituales que oficio fuera de casa. En el centro podéis ver el cuerno de ofrendas; a su derecha está mi Martillo, con el que consagro las zonas donde voy a dirigir cualquier ceremonia, y a la izquierda del cuerno está el Hlautbóli, el cuenco de madera dispuesto para recibir las ofrendas del cuerno: en la fotografía ya contiene cerveza, que fue ofrendada previamente a los espíritus que moran en esa parte de la playa (denominados Landvaettir), para buscar su aprobación y colaboración en la ceremonia.

   Otro ángulo de la zona de celebración, donde se puede apreciar el altar y las antorchas, ya encendidas, que delimitaban el círculo consagrado, instantes antes del inicio de la ceremonia.El fuego es un elemento muy importante en nuestra fe, como ya sabréis. En el centro del círculo, en un agujero en la arena, también hice una pequeña fogata, que no se aprecia en la imagen.

   Aquí aparecemos Virginia, la völva de nuestro clan, y yo mismo, al inicio del ritual. Es una imagen muy ilustrativa, puesto que puede apreciarse en el rostro de ambos la concentración que se requiere para dirigir cualquier ceremonia (y, por supuesto, para participar en ella). Los papeles que sostengo en mis manos contienen el guión del rito: no temáis leer durante las celebraciones, sobre todo si son largas, como lo fue ésta. Si tenéis tiempo y capacidad, aprended de memoria el texto, pero si no podéis, no tengáis reparo en llevar un cuaderno o unos folios. Es muy importante seguir una estructura y un orden determinado, y más aún transmitir lo que deseáis en cada celebración. Procurad eliminar la improvisación, en la medida de vuestras posibilidades.

   Aquí observamos una instantánea del momento en que Virginia y yo consagramos el círculo al dios Balder. Ella sostiene ante sí el Martillo, mientras yo recito una invocación. Observaréis que tiene el Martillo asido por una arandela metálica: se debe a que la madera de la herramienta sólo puedo tocarla yo. En caso de que fuese yo quien tuviese que alzarlo, lo haría por su mango. Por cierto, aquí sí que puede verse la pequeña fogata central. 

   Aquí observamos el momento en que la völva y yo cargamos la ofrenda con energía espiritual, dibujando en el aire sobre ella, con nuestros dedos, las runas Ansuz, Laguz y Fehu. Tras ésto, lo compartimos con el clan y con el propio Balder. 

   En esta fotografía vemos cómo estoy ungiendo a nuestra nueva y flamante hermana, Sofía, con la ofrenda a Balder, mediante la imposición de la runa Sowilo en su frente. Lo haría de igual modo con todos los presentes.

   ...Y, naturalmente, a mí me lo hizo Virginia, que en esta celebración no actuó como völva, sino como gydja, como asistente del gódi.

   Tras la ceremonia propiamente dicha, y antes de comenzar la celebración festiva, tenemos la costumbre de realizar un exvoto, con la forma de un langskipp vikingo, y que representa la pira funeraria de Balder el Brillante. En esta ocasión, fue nuestro mañoso hermano Erik el creador del exvoto. en su interior, algunos hermanos había escrito unas notas con mensajes para los dioses. Como es obvio, tras botarlo, procedimos a su cremación, en un ambiente de seriedad, velada tristeza y orgullo, como corresponde a semejante ocasión.

   Aquí se aprecia el momento en que Erik, con una antorcha, prende la cubierta del barco, incendiándose casi de inmediato la vela. Un hermoso colofón a esta fiesta tan especial.

   Pues ahí lo tenéis. Así fue como celebramos Midsummarsblót. Espero que os haya gustado este reportaje gráfico, y que os haya dado ideas sobre cómo podéis celebrarlo vosotr@s también. No es preciso decir que me encantaría recibir sugerencias sobre cómo mejorar esta celebración, o comentarios sobré cómo lo celebran los distinguidos visitantes de este humilde blog. Venga, ánimo.
   ¡Nos vemos en el próximo post!

domingo, 15 de junio de 2014

Rökkatrú: el Caos a través de los Nueve Mundos

"Lucharán los hermanos, y se habrán de matar,
los primos hermanos cometen incesto,
terrible es el mundo, hay gran adulterio,
días de lanzas y espadas, se raja el escudo,
días de tormenta y lobos, se hunde el mundo,
no habrá hombre ninguno que a otro respete.

Retozan los gigantes, la muerte se avisa
en el canto del Gjállarhörn:
Heimdall sopla fuerte,, el cuerno está alzado,
interroga Odín la cabeza de Mímir.

Tiembla Yggdrasil, mas el fresno está firme,
gime el viejo árbol al soltarse el gigante;
sufren todos en las sendas de Hel,
hasta que lo trague el pariente de Surtr.

¿Qué es de los Aesir? ¿Qué es de los Elfos?
Ruge Jötunheim, los Aesir se reúnen;
gimen los Enanos ante las puertas,
los sabios de las simas.
¿Sabéis aún más, o qué?"

Völuspá

   He decidido iniciar este post con un fragmento muy importante de "La Profecía de la völva", para intentar no perder la perspectiva ante el tema que deseo tratar hoy. Es difícil ser imparcial ante lo que me traigo entre manos, y ése es precisamente el motivo de que desee compartir con vosotr@s el resultado de mis investigaciones.
   La cosa surgió del siguiente modo: hace unas semanas, teniendo una conversación con Erik, otro de mis hermanos de clan, me comentó algo que me intrigó mucho: dijo haber asistido a una ceremonia odinista en la que participaba una persona que se denominaba a si misma como rökkatruar. Jamás había escuchado aquel término antes, y comencé a indagar sobre el tema. He reunido algo de información, que me ha ayudado a formarme una idea sobre este movimiento pagano, no por desconocido menos legítimo.
   Comencemos por la definición de lo que es Rökkatrú. Siempre hemos usado el término "Odinismo" para englobar todas las corrientes religiosas que reconstruyen las antiguas creencias y tradiciones precristianas de los pueblos europeos de raíz germánica. Dentro del Odinismo, se distinguían dos corrientes principales, en función de la importancia que se le diese a una de las dos tribus de dioses: Ásatrú para los que rendían culto preferentemente a los Aesir, y Vánatrú para los que observaban con mayor intensidad el culto a los Vanir. Hasta aquí, todo bastante claro. 
   Prosigamos. Hablemos ahora del árbol universal, Yggdrasil. En él, se hallan los Nueve Mundos. Debido a sus características y a las energías bajo cuya influencia se hallen, podemos distinguir tres grupos:
1º) los mundos que se hayan en las "ramas" de Yggdrasil, la parte superior y más sublimada, y donde algunos sitúan a tres de los Nueve Mundos: Asgard, Vanaheim y Ljossalfheim. Estos mundos se hallarían bajo la influencia de los Aesir, dioses de conceptos etéreos, como el honor, la justicia, la guerra,...
2º) los mundos que se hallan en el "tronco" de Yggdrasil, su parte media y la más firme de las tres, donde podríamos situar otros tres mundos: Midgard, Nidavellir y Jötunheim. Aquí se observa una mayor influencia de los Vanir, dioses de la fertilidad, la naturaleza,...
3º) los mundos que se encuentran en las "raíces" de Yggdrasil, su base y su sustento, lugares donde reina la oscuridad: Muspelheim, Niflheim y Svartalfheim. ¿Y bien? ¿Bajo qué esfera de influencia se hallan estos lugares?
   Efectivamente, aquí es donde entra la corriente Rökkatrú. En lugar de conceder predominancia a los Aesir o a los Vanir, centran su culto en los Jötnar (singular Jötun, "gigante"), y en las deidades monstruosas y los agentes del Caos en el Multiverso, es decir, a los gigantes elementales, a Fenrir, Jormungand y Nidhögg, Hel,... Y, naturalmente, al dios que comanda todas estas fuerzas: Lóki. Sí, habéis leído bien: Lóki. Los seguidores de esta corriente pagana justifican su adoración a Lóki frente a quienes les acusan de locos o irresponsables esgrimiendo la máxima pagana que reza que cualquier dios o diosa es susceptible de adoración. 
   Naturalmente, es incuestionable su paganismo germano a la hora de concebir el mundo, alejándose del cliché judeocristiano de "Bien absoluto" contra "Mal absoluto", sino que reconocen el conflicto cósmico del Orden contra el Caos. Sin embargo, ellos observan el lado caótico del Multiverso, en contraposición al Orden que representan los Aesir y los Vanir. Al parecer, según he leído (y a falta de una confirmación fehaciente), rechazan seguir el código de las Nueve Nobles Virtudes por ser el paradigma del Orden que los Aesir tratan de mantener, siguiendo su propio código de conducta, cimentado en trece reglas, las cuales he de decir que desconozco. 
   Otro punto de la filosofía Rökkatrú es el respeto a todos los seres existentes, pues todos tienen su lugar, sean dioses, Elfos, Trolls, Gigantes o Enanos. Extrapolan, pues, ese pensamiento a su vida cotidiana, evitando prejuzgar al resto de seres vivos por motivos de raza, sexo o estilo de vida (en el caso de los seres humanos), o por su aspecto o hábitos alimenticios (en el caso de los animales).
   Pero sin duda lo que me resultó más llamativo de Rökkatrú fue el asunto de la adoración a Lóki. Bien es cierto que a Lóki se le ha asociado a diversas esferas de la existencia, como el conflicto o el fuego, pero jamás pensé que alguien invocase su protección y sus bendiciones de manera voluntaria. Indagué en la visión que los rökkatrúars tienen de Lóki, y encontré varios argumentos cuando menos curiosos: dicen que Lóki es, ante todo, sincero consigo mismo, ejerciendo su libertad individual y haciendo lo que quiere sin miedo a fallar o a ser juzgado. Otro tanto me sucedió con su hija Hel, a quien atribuyen la virtud de enseñarnos que nuestros actos siempre repercuten en nuestro entorno, en ocasiones de manera positiva, y en otras de forma negativa, y debemos aceptar esas repercusiones. Así pues, ambas visiones (la de Lóki y la de Hel) se combinan en una especie de norma de conducta: anteponer la sinceridad con uno mismo antes que hacer lo que es correcto. No es necesario decir que semejante idea es opuesta a la esencia misma de las Nueve Nobles Virtudes. Siguiendo por esta línea de pensamiento, un rökkatrúar siempre hará cualquier cosa para evitar una confrontación directa, tomando al pie de la letra eso de que el fin justifica los medios
   Dicen también (ésto no es tan alejado de la corriente general odinista) que una forma de reforzar la autoestima y de creer en uno mismo es ser sincero con tu familia y leal a tu clan. Sin embargo, luego me topé con varias concepciones vitales que ningún/a odinista de la corriente "ortodoxa" aceptaría. Por ejemplo, dicen que, del mismo modo que Angrboda (la giganta que dio a luz varios hijos de Lóki) aceptaba a todos sus hijos con el mismo amor, aunque se tratase de un lobo, o una serpiente, o una niña que era mitad cadáver, así los débiles y los incomprendidos son bienvenidos por parte de Surtr, o Hel, o los propios Jötnar. Justifican, igualmente, la propia debilidad mediante la aceptación de la propia naturaleza.
   Así pues, podemos resumir que los practicantes de Rökkatrú ansían la llegada del Ragnarök y procuran facilitar su llegada. Aunque no se declaren abiertamente "anti-Aesir", sí que están contra el Orden cósmico, viendo en los Jötnar un agente del cambio de era, un cambio cíclico e inevitable (y, para ellos, parece ser que deseable). Aún así, se me seguía planteando un interrogante: todo el mundo acepta que el Odinismo es una religión reconstruccionista, y nos basamos en gran medida en evidencias histórico-arqueológicas, pero no se han hallado aún pruebas de que existiese un culto a Lóki, como sí se han hallado de otros dioses como Odín, Thor o Frey. Pues bien, justifican la adoración a Lóki a pesar de la falta de pruebas históricas aduciendo que el Odinismo abrió la puerta a dioses que no eran exclusivamente escandinavos, como el caso de la diosa Nerthus, y a rituales que no eran exclusivamente odinistas, como el caso del Rito del Martillo, y que por tanto no es incoherente la adoración a Lóki.
   Pues bien, ahí lo tenéis. Como ya dije, era un tema complicado para mantener la imparcialidad durante la redacción de este artículo. Sé que no lo he logrado del todo, pero vaya por delante que no es mi intención introducir prejuicios en la mente de nadie. Leed, informaos, y después formad vuestra propia opinión. Confío en que permitáis que me reserve mis consideraciones al respecto, pero si queréis saber por dónde van, os invito a releer el fragmento del Völuspá con el que comencé: nada más hay que añadir, pienso yo.
   ¡Os espero en el próximo post! 

martes, 10 de junio de 2014

Devoción cotidiana: reconstruyendo nuestro día a día en la fe

   Cuando nos reunimos con nuestro clan para festejar una celebración, estamos honrando a nuestros antepasados, fomentando nuestra cultura ancestral y reforzando los lazos y los destinos de tod@s l@s presentes. Pero nuestros dioses y diosas nos acompañan siempre, y hemos de ser conscientes de ello. Todos los días, y a todas horas. No está, pues, de más, recordarlos durante unos instantes cada día: nuestra fe se verá saludablemente vigorizada, y si nos imponemos una rutina a este respecto estaremos honrando la Noble Virtud de la Disciplina. 
   No hace mucho, comentábamos este asunto Ernesto García, presidente de la Comunidad Odinista de España, Virginia, völva de mi clan, y yo mismo. Y es que el tema no es baladí. Pero ¿cómo practicaban su fe diaria nuestros antepasados? Una pregunta compleja, debido a la escasa documentación que se conserva al respecto. La conclusión (lógica, por otro lado) es que el odinismo del siglo XXI tiene la responsabilidad de reconstruir los aspectos formales de la devoción diaria. De hecho, es algo que ya se lleva haciendo desde hace muchos años. Sin embargo, he descubierto que hay mucha gente que, por sus circunstancias personales, deben practicar su fe a solas, y en ciertos aspectos pueden sentirse un tanto perdidos. Por esto, escribo este post, con la esperanza de que sirva de ayuda a quien la necesite.
   Pero tal vez habría que aclarar algunas cosas antes de meterse a fondo en el asunto. Por ejemplo: ¿qué necesidad existe de estructurar oraciones y rituales? A fin de cuentas, podemos dirigirnos a nuestros dioses con la familiaridad que merecen... Este pensamiento, aunque inocente y carente de maldad, no es del todo acertado. Efectivamente, nuestros dioses y diosas nos conceden una más que patente familiaridad, pero también merecen (y hasta cierto punto, demandan) un respeto y un mínimo de atención. Quiero decir con esto que dirigirnos a ellos de manera casual e informal no ayuda al objetivo que pretendemos con dicha oración. ¿Por qué?  Porque, como la Historia ha demostrado, el ser humano siempre ha necesitado un marco para poder canalizar sus energías, y por ello siempre se han celebrado fiestas y ceremonias, y no solamente en el ámbito religioso, sino el lo militar, lo académico, lo familiar,... Mediante el ritual o la ceremonia, predisponemos nuestra mente a la comunicación con los dioses. Condensamos nuestra dispersa energía y la focalizamos en un objetivo concreto, logrando un estado mental propicio y unos mejores resultados. Y la pregunta más importante: ¿cómo lo hacemos, cómo podemos saber que lo que intentamos hacer es correcto o incorrecto? Es tan sencillo como usar el sentido común y la lógica. En el día a día no tenemos mucho tiempo, por lo que los momentos empleados en orar no deberían ser muy prolongados ni tampoco excesivamente ostentosos: trataremos de hacer de la simplicidad una virtud. Pocos artificios y un mensaje claro, buscando siempre el positivismo.
   Dicho esto, expongo a continuación unos ejemplos, que no pretenden sentar cátedra ni mucho menos: tan solo son ejemplos para explicar de manera práctica lo anteriormente comentado. 


EL SALUDO A SUNNA
Se trata de una oración matinal. Se recita al despertar. Una vez nos incorporamos de la cama, pondremos el cuerpo mirando al este, hacia el sol naciente. Personalmente, el autor prefiere realizarlo frente a su altar doméstico, para lograr un estado mental adecuado, aunque como ya se ha expuesto con anterioridad, esto depende de la persona y de sus capacidades y posibilidades. Si se desea, puede recitarse con una posición corporal determinada: la espalda recta, ambas piernas unidas, y levantando los brazos sobre el cuerpo en forma de “V”, formando con nuestro cuerpo la runa ALGIZ (también llamada ELHAZ), un símbolo tradicional de protección (nótese que, además, es una postura natural al despertarse, ya que, cuando nos desperezamos, adoptamos inconscientemente esta postura). La oración que sigue ha sido extraída y adaptada del Sigrdrífumál:
“Salve al día, salve a los hijos del día,
Salve a la noche y a sus hijas.
Contempladme con bondad,
Y conceded a quien os lo pide
Vuestras bendiciones y poder.
¡Salve a los dioses, salve a las diosas,
Salve a la generosa tierra!
Concédeme sabiduría y conocimiento
Mientras permanezca aquí
Con tu bondadosa caricia.

¡HAIL, SUNNA!”

ABLUCIÓN
Se trata de la santificación del primer aseo diario. Su objetivo es eliminar cualquier energía negativa residual del pasado día y de la pasada noche. Es imprescindible realizarlo con agua limpia, a ser posible fría, y se debería mojar al menos la cara y ambas manos. Mientras se hace, se recita lo siguiente:
“Por la sangre sacrificada de Ymir, elimino cualquier mal deseo, mal pensamiento y mala suerte, tanto de mi cuerpo como de mi espíritu.”

IMPOSICIÓN DE MJÖLNIR
Se ha convertido en una costumbre moderna entre odinistas llevar un colgante con el Mjölnir como símbolo de nuestra fe y como amuleto de protección y de invocación del poder de Thor. Muchas personas lo depositan en su altar durante las horas de sueño, tanto para evitar un accidente por asfixia como para mantener el símbolo con el respeto que se requiere ante un objeto sagrado. Si éste fuera el caso, cuando nos lo volvamos a poner alrededor del cuello, se recitará la siguiente invocación:
“Por el poder del Mjölnir, poderoso Asa-Thor, guárdame del mal.”
En cualquier caso, si no fuese el caso (es decir, que el Mjölnir estuviese permanentemente en el cuello de la persona), la oración puede recitarse mientras se toca el objeto con la mano diestra –o la siniestra, en el caso de los zurdos-, en el momento del día en que se precise.

MEDITACIÓN/CONCENTRACIÓN
Antes de acabar el día, siempre es conveniente dedicar unos minutos de nuestro tiempo a eliminar estrés de nuestra mente, y a conectar de forma más íntima con la divinidad. La actividad a desempeñar no tiene por qué ser siempre la misma, y no hay un patrón definido para su realización, pues se trata de algo muy subjetivo que depende por completo de la persona que quiera ponerla en práctica. Puede ser algo tan sencillo como la lectura en silencio de un fragmento del Hávamál, o algo tan elaborado como una sesión de meditación rúnica con acompañamiento musical adecuado. Puede durar unos minutos, mientras nos concentramos, por ejemplo, en el aspecto de un dios o diosa concretos, o durar horas mientras practicamos movimientos con la espada y el escudo. Sea cual sea la actividad elegida, se debe tener claro el motivo por el que la vamos a realizar, y procurar un período previo de concentración, el tiempo suficiente para eliminar de nuestra mente distracciones y condensar toda nuestra atención en un solo punto. Los beneficios derivados de esta práctica son tangibles a corto plazo y muy recomendables.

   Aparte de todo esto, podemos personalizar las oraciones diarias recordando al dios o diosa que ese día se recuerde.Para aquell@s que no lo sepáis, os adjunto a continuación el listado de días de la semana y sus dioses relacionados:
DOMINGO: día de Sunna.
LUNES: día de Máni.
MARTES: día de Tyr.
MIÉRCOLES: día de Odín.
JUEVES: día de Thor.
VIERNES: día de Freya/Frigg
SÁBADO: para los nórdicos, era día de colada y baño y no estaba dedicada a un dios o diosa concretos, así que empleadlo como gustéis,...

   También se debería observar, en la medida de las posibilidades de cada individuo, los diferentes hitos diarios, tales como el almuerzo, la hora de acostarse, y situaciones similares. Se trata de algo muy personal, así que veo inútil crear una rutina estandarizada.
   Bien, espero haber iluminado algunas sombras. Sobra decir que me hallo a vuestra disposición para comentar cualquier duda que os haya surgido, o para discutir cualquier aspecto con el que discrepéis. El debate ayuda al Odinismo, no lo olvidéis.
   ¡Nos vemos en el próximo post!

martes, 3 de junio de 2014

¡Juguemos al Tafl!

   Hace unos días, tuve la fortuna de reencontrarme con un hermano de clan, de nombre Luis, que se encuentra viviendo en Noruega por motivos laborales, y que ha regresado a su tierra, Granada, aprovechando unas cortas vacaciones. Y me sorprendió con un maravilloso presente, algo que deseaba desde hace años: un juego de Hnefatafl. Me hizo tanta ilusión que en seguida se me ocurrió compartirlo con vosotr@s, y así, aquell@s que no sepáis de lo que hablo, conoceréis el juego de estrategia por excelencia de los pueblos escandinavos, un entretenimiento que no conocía de fronteras ni de clases sociales. Os presento el Hnefatafl, o "tablero del rey".
   Mi juego de Hnefatafl (a partir de ahora, me referiré al juego como Tafl) venía en esta preciosa caja (a la que le vamos a perdonar la errata que tiene en castellano, eso de "JUENGO VIKINGO"); el tablero viene en un trozo de lino, y las piezas son de hueso y de madera. Se trata de una reproducción de un juego de Tafl original de la Alta Edad Media. Este entretenimiento fue muy importante en toda Escandinavia, y ya se jugaba allá por el siglo V, según lo que ha podido documentarse. Al inicio de la expansión vikinga, el juego viajó con ellos, de modo que llegó a las islas británicas, Islandia, las Islas Feroe, y territorios tan orientales como Ucrania. Por desgracia, fue paulatinamente desplazado por el ajedrez conforme avanzaba la Edad Media y el pueblo escandinavo se cristianizaba. Debido a su enorme expansión, el juego sufrió numerosas variantes, dando lugar a toda una familia de juegos evolucionados del Tafl original.
   En la versión original del juego, el tablero consta de 11x11 casillas, o 13x13 en algunos lugares. En el mío, el tablero de de 11x11 casillas. 

   Se trata de un juego asimétrico, es decir, que uno de los bandos contiene más piezas que el otro. El objetivo del Tafl es simple: en el centro del tablero se sitúa el rey y su guardia real (las piezas blancas), que debe lograr llegar a una de las cuatro esquinas del tablero (casillas llamadas castillos): si lo logra, habrá ganado la partida; por tanto, el objetivo de las piezas negras (o atacantes) es atrapar al rey, bloqueándolo de modo que no pueda moverse.
   Los atacantes siempre comienzan. Todas las piezas se mueven como la torre en ajedrez: pueden desplazarse en sentido vertical u horizontal, nunca en diagonal; mueven tantas casillas como deseen, pero no pueden saltar piezas amigas ni enemigas. Tampoco pueden entrar en los cinco castillos (la casilla central y las cuatro esquinas del damero): eso es privilegio del rey; sin embargo, el castillo central puede atravesarse si no está ocupado.
   ¿Cómo se come? Para eliminar una pieza del tablero, debes colocar dos piezas propias en lados opuestos del objetivo, como si lo estuviesen flanqueando:
   En este caso, el guardia real de la parte inferior se ha desplazado una casilla, atrapando al primer atacante que amenazaba a su señor.
   Sin embargo, una pieza puede situarse entre dos piezas enemigas sin ser eliminada:
   En este caso, el atacante ha logrado colocarse en el hueco que la guardia había dejado, sirviendo como vanguardia del ataque.
   Hay situaciones en las que se pueden realizar eliminaciones múltiples. Atent@s a la siguiente imagen:
   Aquí podéis apreciar el ingenio del atacante central, que ha aprovechado la posición de sus compañeros para desbaratar la defensa derecha del rey, poniéndolo en una situación muy complicada...
   A pesar de no poder penetrar en los castillos (a excepción, claro está, de la pieza del rey), éstos pueden usarse para eliminar piezas, pues cuentan como piezas aliadas a efectos de flanquear una pieza enemiga. Lo veréis claro en la siguiente imagen:
   Como veis, el rey atraviesa el campo de batalla a la desesperada, aprovechando el castillo para ejecutar al solitario atacante, lo que le deja vía libre hasta su preciado castillo, a no ser que los atacantes puedan hacer algo para impedirlo...
   Recordad que el rey debe ser atrapado por los atacantes, de modo que no pueda realizar ningún movimiento, por ejemplo así:
   La guardia real ha cometido el error de dispersarse mientras dejaban atrás al rey, y ahora, bloqueado por los cuatro costados, sólo puede esperar entrar en Valhalla con dignidad...
   En fin, creo que eso es todo. Simple en cuanto a reglas, ya lo veis, pero un verdadero desafío para los amantes de la estrategia.
   En lo que respecta a las variantes del Tafl, las reglas son las mismas en esencia, aunque hay cambios muy interesantes. Os comentaré los que yo conozco:
-Hnefatafl: es el juego original. Era un signo de nobleza y educación saber jugar a Tafl.
-Tablut: la versión que se jugaba en Finlandia, en un tablero de 9x9 casillas.
-Fidchell: el Tafl irlandés. El tablero era de 7x7 casillas.
-Ard-Ri: jugado por los escoceses; el tablero era de 7x7 casillas, y su nombre significa "Gran Rey".
-Tawlbyund: la versión galesa. Su nombre significa "Tablero de tiro". Los atacantes disponían de dos modos de colocación, y solía jugarse con dados, que indicaban la distancia máxima que podía mover una pieza.
-Alea Evangelii: la versión más elaborada, perteneciente a los sajones, uno de los primeros pueblos germanos en convertirse al cristianismo. El tablero mide 19x19 casillas, y representa una batalla naval. El barco del rey y sus 24 defensores luchan contra 48 barcos atacantes. Las reglas se recopilaron y se enseñaban mediante una alegoría religiosa.
   Bueno, pues ya está. En el caso de mi clan, hemos jugado al Tafl en alguna celebración, y es una experiencia única. Os recomiendo jugar con luz tenue, y con un gran cuerno de cerveza a vuestro lado. Recordad que, para que la partida quede igualada, se deberían jugar dos partidas, intercambiando los roles (es decir, jugar una con el bando del rey, y otra como bando atacante). En caso de empate, contad las piezas comidas, y aquel que haya comido más, será el vencedor. Es una buena forma de concentrarse, sirve como actividad para romper el hielo, y a la vez, es una actividad que honra a nuestros ancestros, al retomar una forma de ocio tan ligada a nuestro pasado.
   Ah, ¡y no olvidéis que es una forma excelente de derrotar al bersérker de vuestro clan sin tener que sangrar! Otro asunto será cómo se tome su derrota, así que mucho cuidado...
   ¡Hasta el próximo post!