Vamos a continuar y concluir el artículo que iniciamos en la anterior entrada. Para entenderlo, como es obvio, deberíais haber ojeado ya dicho fragmento: para quienes no lo hayáis hecho todavía, os lo dejo en el siguiente enlace: PARTE I. Habiendo cumplido con dicho requisito, ahora sí, ¡sigamos analizando a nuestras Valkyrjur!
LA
VALKYRJA COMO ENLACE ENTRE LO HUMANO
Y LO DIVINO
Por tanto, ¿denigra Snorri la imagen de la Valkyrja con esta interpretación
“actualizada” de su figura? Podría parecerlo, aunque deberíamos ser capaces de
mirar un poco más allá. Tomemos como punto de partida esa imagen de la Valkyrja como “camarera”, aunque no
esclava: en la sociedad Germánica, el alcohol siempre ha sido una ofrenda de
hospitalidad, y las doncellas nobles de un clan lo servían, aunque no como una
especie de justificación de un supuesto estatus inferior, sino como una forma
ritual de mantenimiento del equilibrio social. En otras palabras: imaginad dos
clanes que tienen un conflicto, y con el paso del tiempo dicho pleito se
enquista, se agrava y los guerreros de ambos clanes, con sus líderes a la
cabeza, quedan para solucionarlo por las buenas o a las bravas; si, en el
momento álgido en el que los jefes tribales están lanzándose acusaciones e
insultos, aparecen una o varias jóvenes de cualquiera de las familias
involucradas y ofrecen unas bebidas a los litigantes (imaginad el meme de Vamo a calmarno), por norma general
ambas partes frenarían la escalada, por mera cortesía o conveniencia, pero
dichas jóvenes habrían evitado o retrasado el conflicto armado. ¿Se ve más
claro así?
Pues bien, a nivel espiritual esa es la imagen de
las Valkyrjur de Snorri, como
garantes del equilibrio y como intermediarias entre lo humano y lo divino. Así,
podríamos entender que dicha labor de “portadoras del cuerno” les fue atribuido
al final de la Era del Hierro, y aunque Snorri ofrece una visión desde su mundo
en el siglo XIII, no olvidemos que se basa en fuentes antiguas, y de este modo
observamos que la figura de la Valkyrja
va evolucionando con el tiempo, a la par que la propia interpretación que de su
figura hizo cada tribu en diferentes períodos de la Historia.
Y aparte de Snorri, ¿existen evidencias de dicho rol
como “portadoras del cuerno”? Pues efectivamente existe numerosa iconografía
que nos presenta a mujeres que portan cuernos de bebida y que son generalmente
identificadas como Valkyrjur. Veamos
algunos ejemplos:
AHORA,
SÍ: HABLEMOS DE SEXO
Pasemos a la sección estrella de este extenso
artículo. ¿Qué hay del sexo con las Valkyrjur?
En nuestra cosmogonía, debo decir que los espíritus
femeninos no parecen ser especialmente activos en lo que a sexo se refiere. Eso
sí, existen contadas y honrosas excepciones: por ejemplo, en la Gísla Saga Surssonar tenemos una Draumkóna que invita a Gísli, el
protagonista de la saga, a vivir con ella en un salón y “ser felices” tras la
muerte de éste (y con lo de “ser felices” imagino que no se referirá a jugar a Dungeons & Dragons –actividad que,
dicho sea de paso, a mí me reporta enorme satisfacción, aunque no es el momento
de hablar sobre mis aficiones-).
A un nivel básico, las descripciones que nos han
llegado sobre las Valkyrjur siempre
enfatizan su belleza y juventud, lo que parece indicar cierta disponibilidad
sexual. Sin embargo, me resulta curioso el hecho de que, cuando tienen
relaciones carnales, siempre las mantienen con héroes vivos, aquí en Miðgarð, y
nunca con los Einherjar en el
Valhöll. ¿Cómo podemos explicar esto? El autor Andreas Nordberg[i]
propone la siguiente explicación, a mi juicio bastante fundamentada: al ser el
Valhöll un reflejo celestial de la sociedad guerrera del mundo material, allí
las Valkyrjur ocuparían los roles de
hijas, hermanas o sobrinas; es decir, que los Einherjar, al alcanzar su estatus de guerreros juramentados con el
mismísimo Odín, también alcanzan un rango de parentesco con ellas, y, al
considerarlas familia, y teniendo en cuenta que la sociedad Germánica de la
Edad del Hierro era exógama (como la nuestra en la actualidad), las Valkyrjur dejan de considerarse objetos
de interés sexual.
Así que ya sabéis, aspirantes a Einherjar: cuando estéis en el Valhöll, podéis bromear con las Valkyrjur, brindar y bailar con ellas.
Pero las manitas donde Odín pueda verlas. Si tenéis que hacer algo con una, que
sea aquí en Miðgarð. Que os conozco.
EN
EL CAMPO DE BATALLA
Tras este pequeño paréntesis erótico-festivo,
recuperemos un tanto la compostura, aunque sin olvidar lo que acabamos de
comentar.
En su conocido papel de psicopompos, las fuentes de las que disponemos parecen indicar que
la Valkyrja tiene cierta capacidad de
decisión sobre quién vivirá o morirá antes de una batalla, pudiendo así decidir
el curso de un conflicto, aunque evidentemente no sea su intención primordial
tomar parte en los aspectos políticos de una batalla ni sus repercusiones, sino
simplemente eligiendo a los guerreros que, a su juicio, hayan demostrado ser
aptos para presentarse en la corte de Odín. Y es por esto que existe una
oficiosa teoría, la cual considero bastante acertada, en la que se propone que,
a causa de esta capacidad de elección de la Valkyrja,
los guerreros Germánicos se presentaban en la batalla luciendo sus mejores
galas y un cuidado aspecto, con la intención de enamorar a alguna de las Valkyrjur que rondasen el campo de
batalla, y que así, ella decidiese que el guerrero sobreviviera para,
posteriormente, poder tener sexo con él en Miðgarð, puesto que, en el momento
en que dicho guerrero ascendiese a la categoría de Einheri, ya no podrían tener contacto carnal.
En las evidencias existentes, observamos el modus operandi de las Valkyrjur: se presentan en la batalla
armadas, y una vez han decidido que un guerrero es digno de su ascensión, sólo
intervienen para darle muerte, con lo que automáticamente lo elevan a la
categoría de Elegido de Odín. De todas formas, conviene incidir en el hecho de
que no se trata de una muerte indeseable, sino todo lo contrario.
De este modo, a todos los efectos, son las Valkyrjur quienes transforman al
guerrero mortal en Einheri,
cumpliendo así con la voluntad de Odín. El proceso es un verdadero rito de
paso: el guerrero entra en batalla, mostrando sus habilidades marciales y su
actitud ingeniosa y valiente, y, cuando una Valkyrja
lo considera apto, el guerrero sufre heridas mortales; entonces agoniza, siendo
el dolor parte de este rito, y en un momento determinado la Valkyrja le da el golpe de gracia,
acompañando tras esto a su alma al Valhöll y siendo allí recibido con honores.
El paso de mortal a Einheri se da
cuando el guerrero, mutilado y delirante, quien ya no es capaz de sostener un
arma ni ser útil en el muro de escudos, se encuentra con la Valkyrja: ella, armada y hermosa, tiene
todo el poder, justo cuando el guerrero lo ha perdido. Así, invirtiendo los
roles de género tradicionales, usurpa la autoridad del guerrero y hasta su posición
física en la batalla de forma temporal. Una vez muerto y ascendido al Valhöll,
dicha inversión de roles vuelve a cambiar, y el guerrero se incorpora a la
jerarquía celestial bebiendo del cuerno que le ofrece la Valkyrja, quien ya ha abandonado su papel de guerrera y adopta el
de “portadora del cuerno”.
COMO
CONCLUSIÓN
No deseo hacer una mayor interpretación de la que ya
he hecho a lo largo de todo el artículo, puesto que mi idea era mostraros lo
que yo mismo había investigado y aprendido sobre las Valkyrjur, viéndolas como una figura viva que ha ido evolucionando
con el correr de los siglos, hasta llegar a nuestros días, donde la moderna
valquiria sigue conservando sus rasgos de identidad básicos, aunque ya
transformada a nuestra visión como humanos del siglo XXI. Espero haberos dado
suficiente material como para ampliar vuestra propia visión personal de esta
interesante figura mítica, y ayudar así a una mejor comprensión de lo que
significa y del por qué la honramos a día de hoy.
Mil gracias por haberme acompañado en este viaje, y
¡espero veros en el próximo artículo!
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